mayo 06, 2010

Belèn o B-612




No fue difícil de resolver la ecuación para Antoine de Saint-Exupèry. Sólo ante un tradicional Belén de La Antigua pudo haber concebido a un espíritu como el del niño que usaba de taburete a un volcán, en el B612. La recreación, el retablo, el teatro, lo inspiró. Un niño que limpiaba los cráteres de sus volcanes, como limpiar chimeneas. Un niño que vivía en un asteroide que podía ser devorado por la semilla de un baobab. Es cosa de niños; parafraseando, los adultos tienen por momentos ataques de estupidez. Betania, Belén, Guatemala de la Virgen de la Asunciòn, El Salvador del Mundo, esa arquitectura tiene un inconfundible sello colonial. Woodstock 69 se celebró en tierra sagrada, en Bethel. Las imagenes de las letras, como el Aleph de Borges y los cabalistas, son mágicas. Borges repetía la tradición que aconseja mimar, ruñir, pulir, regar, encunar, a las runas, porque era la única forma que había para hacer que vomitaran los secretos, los genios, las ninfas y los faunos. Las ilustraciones que el lector està viendo fueron indispensables para el relato del shaman francés, así como lo son para la construcciòn del relato de este blog, porque todo es viaje, todo es relato, hasta la poesía. Cuando la poesía comienza a fluir, al viaje utiliza como barca, como navecilla. La poesía es una droga natural, o, como cuando se dice reloj biológico, a eso me refiero. Eso prefiero disparar en la resortera de la metáfora, en la catapulta.

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